El granuloma por lamido en nuestros animales es una lesión en la piel
autoinfligida, debido a un trastorno psicológico obsesivo-compulsivo, producido por situaciones estresantes como encierro, aislamiento, aburrimiento, una nueva mascota o integrante en la familia, mudanza, muerte del dueño, etc.
También se descubrió un componente
neurohumoral que contribuye al cuadro, interviniendo en la respuesta inmunitaria y la sensación de picazón que tienen tanto perros como gatos con esta afección.
Y aquí presentamos a esta somatización llamada Granuloma por lamido, dermatitis psicogénica o dermatitis acral. Aunque se le diga granuloma no se trata de un tumor.
Lo que hacen es elegir una zona del cuerpo (en general las patas) y
se lamen en exceso, irritando la piel hasta formar úlceras. Esa zona pierde el pelo y se ve enrojecida, y al sentir picazón se lamen más todavía, haciendo de esto un círculo vicioso.
Lo grave es que el lamido permanente no permite la cicatrización, y además puede infectarse. En algunos casos las heridas pueden hacerse profundas hasta llegar al hueso o articulaciones.
El
diagnóstico se hace basado en la parte psicológica, ya que es muy importante, y luego de descartar otras enfermedades de la piel. El
tratamiento consiste en evitar esa causa psicológica, uso de collares isabelinos, vendajes, medicamentos locales, antidepresivos y ansiolíticos.
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